Hyundai i30 N, el coche para circuito y para uso diario

“Con este coche, Hyundai quiere demostrar lo que la marca es capaz de ofrecer en el mundo deportivo”. Así comienza en este vídeo Javier del Val Muñoz, Product Model Specialist de Hyundai, su repaso al primer modelo de alto rendimiento de la marca, el cual lleva a la calle toda la experiencia de Hyundai en el mundo de la competición.

El i30 N focaliza su esencia tanto en su chasis como en sus prestaciones. Elementos como las suspensiones, los frenos, la transmisión y puntos específicos del chasis han sido optimizados para conseguir el equilibrio perfecto entre conducción deportiva y confort para el día a día. En lo referente a diseño exterior, el i30 N se distingue del resto de la gama por emplear faros full led con fondo oscurecido, un spoiler inferior más marcado, espejos en color negro, una moldura negra en el marco de las ventanillas, cristales tintados, una doble salida de escape o un alerón trasero con luz de freno triangular. Además, en la parrilla frontal encontramos el emblema N en un lugar prominente, una letra que rinde homenaje a Nanyang, el centro de I+D de la marca en Corea, y al circuito de Nürburgring, donde ha sido puesto a punto por los ingenieros y pilotos probadores de la compañía. Por último, cuenta con una barra antitorsión en la zona trasera.

Debajo del capó encontramos un motor 2.0 turbo de gasolina con dos niveles de potencia. La versión estándar desarrolla 250 CV, mientras que la versión con paquete Performance eleva esta cifra hasta los 275 CV. En ambos casos el par máximo es de 378 Nm. La entrega de potencial es muy lineal, lo que convierte a este modelo en una opción excelente tanto para circuito como para uso diario. Las llantas son de 18 pulgadas en el caso de la variante de 250 CV y de 19 en la más prestacional. Esta última versión, además, equipa pinzas de freno con el emblema N.

El Hyundai i30 N monta elementos heredados de la competición, como un diferencial mecánico de deslizamiento limitado con control electrónico (que mejora el agarre y el control), una suspensión regulable electrónicamente o una función Launch Control, que disminuye los deslizamientos en las salidas. Además, en el eje delantero se han utilizado materiales más ligeros y el motor de la dirección se ha colocado sobre la propia cremallera.

Nada más abrir la puerta, el i30 N nos recibe con un interior muy exclusivo. Lo primero que vemos son unos asientos deportivos de cuero y ante con banqueta extensible y control eléctrico (el asiento del conductor, además, tiene función memoria). El volante es deportivo, calefactado y está forrado de piel microperforada. En este volante tenemos a mano dos botones de gran relevancia: uno de ellos nos permite elegir entre tres modos de conducción (Eco, Normal y Sport), mientras que el otro otorga la posibilidad de personalizar diferentes parámetros del coche, tales como la dureza de la dirección, el tarado de la suspensión, la acción del diferencial, el sonido del escape... Asimismo, la instrumentación nos ofrece información específica, como el par, el trabajo del turbo, la temperatura del aceite, los pasos por vuelta o la fuerza G.