Entrevista

Joaquín García, responsable de diseño exterior de SEAT: “El Tarraco desprende una imagen sobria sin complejos”

El Tarraco es un coche elegante y versátil que presenta unos atributos diferentes
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Joaquín García, responsable de diseño exterior de SEAT: “El Tarraco desprende una imagen sobria sin complejos”


Joaquín García lleva más de veinte años trabajando en la industria del automóvil, dentro y fuera de España y del grupo VAG; los tres últimos en SEAT, junto a Alejandro Mesonero-Romanos. Cuando le llegó la oportunidad de trabajar en SEAT no se lo pensó, menos aún cuando le mostraron lo que debía hacer y lo que estaba por llegar.


En esta entrevista nos relata el proceso de creación de la más reciente novedad de SEAT: el Tarraco, cuyas formas “en cierto modo suponen un anticipo de aspectos de diseño” de futuros modelos de la marca.


¿Cómo ha sido dar forma al buque insignia de la gama SUV de SEAT?

“Intenso y apasionante. Mi trabajo es liderar un equipo de diseñadores y modelistas que compiten entre sí para conseguir siempre las mejores soluciones. Lo primero es, junto a los colegas de marketing, definir el coche, lo que buscamos, lo que la marca necesita y lo que queremos hacer. Luego, los ingenieros nos dan lo que llamamos el “package”, o la base técnica del coche a nivel dimensional y técnico. Y a partir de ahí, comenzamos a trabajar”.


Suena genial pero… ¿una competición interna para ganar el diseño suena muy estresante?

“Bueno, no exactamente… Somos un único equipo, pero dentro de ese equipo hay diferentes diseñadores. Es una práctica habitual en la industria del automóvil y siempre hay, al principio, una competición entre los diseñadores que es muy estimulante. Es una competición sana y de equipo, en la que, lógicamente, todo el mundo quiere ganar”.


¿Solo gana uno o el resultado final es una evolución del conjunto?

“Se trabaja en equipo. En ocasiones puede haber un tema o un aspecto del diseño en el que claramente un equipo destaque sobre los demás y se marque ese rumbo. En otras ocasiones, lo más habitual, es un trabajo de equipo. Además, a estos equipos se les suman otros tantos que trabajan de forma más especializada en los detalles, como los faros, las rejillas, las llantas, los cromados… Al final, entre todos hacemos el coche, es un trabajo apasionante”.


El trabajo final será el más gratificante, el momento de unirlo todo en un único diseño…

“Mucho antes de llegar a ese punto, los equipos de diseñadores hacen su trabajo y propuestas -en la mencionada competición interna- para presentar las distintas soluciones a Alejandro Mesonero-Romanos, Director de Diseño, y al resto del “management” de SEAT. Es entonces cuando elegimos aquellas propuestas que tienen más interés y las desarrollamos hasta que llegamos al diseño final. Es un camino largo y meticuloso. El desarrollo de un coche normalmente dura unos cuatro años, pero la parte puramente de diseño es más activa en los primeros dos años, aunque esto puede cambiar en función del modelo. En los dos primeros años está la parte de creatividad y de la convergencia entre el diseño y la técnica, y una vez pasado ese momento llegamos a la industrialización, donde se trabaja codo con codo con los colegas de la fábrica y con los especialistas en los prototipos, para controlar y comprobar la fidelidad del diseño sobre los vehículos”.


¿En ese momento termina el trabajo del diseñador?

“No, porque en SEAT trabajamos muy próximos a los ingenieros, de tal manera que nos aseguramos de que lo que hemos trabajado en los modelos de diseño, en los prototipos, es lo que luego se fabrica y lo que el cliente finalmente recibe. Eso para nosotros es fundamental”.


Del Arona al Tarraco ¿hay una evolución de diseño o no tienen nada que ver?

“Hay una permanente evolución, todos los diseños están comunicados y tienen mucho que ver entre ellos. Forman una familia en la que no solo hay una evolución, porque cada día queremos innovar y mejorar. El diseño del Tarraco es más reciente y mira más hacia el futuro, además, es otra tipología de vehículo. Los tres forman una fantástica familia. El Arona tiene un diseño más fresco, más joven; el Ateca es más maduro, más equilibrado; y el Tarraco es un coche elegante y versátil que presenta unos atributos diferentes”.


Si tuvieras que quedarte con un rasgo del Tarraco ¿cuál sería?

“Eso es complicado, prefiero apuntar una zona o una forma de ver el coche… Me gusta mucho el tres cuartos frontal, donde ves los ingredientes fundamentales, como la nueva rejilla con su calandra y toda la tridimensionalidad con la que está construido el coche, los faros, las llantas… Es la vista más poderosa de este modelo”.


Si lo observamos con detalle… ¿veremos algo del futuro de los nuevos SEAT?

“Estamos viendo algo del futuro sí, en cierto modo supone un anticipo de aspectos de diseño”.


¿Los nuevos SUV de SEAT tienen algo de los turismos?

“Claro, hay rasgos de familia, por ejemplo, en la trasera. Unir los pilotos nos da ese aspecto de identidad de marca que nos lleva al primer y segundo Toledo, el Ibiza, el Córdoba… es un detalle muy nuestro y que hemos querido recuperar”.


¿Es el Tarraco una obra completa para el departamento de diseño de SEAT?

“Completamente: la imagen general que transmite es un todo. Lo es también por lo que llamamos el “color and trim”, la conjunción de colores, materiales, combinación de elementos cromados y el aura que desprende. En un parking transmite una imagen poderosa, de éxito, de diseño moderno. Es un SEAT, con una forma extrovertida, deportiva, ágil y sin complejos. Y todo ello, sin olvidar que se trata de un versátil siete plazas. Creo que es un coche muy equilibrado al que no le falta nada”.

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