La firma de Ingolstadt apuesta por la colaboración con el Instituto Tecnológico de Karlsruhe

El objetivo de Audi en todas sus fábricas: alcanzar un futuro neutro en emisiones de CO2

Audi confía en alcanzar el año 2025 con la totalidad de sus fábricas neutras en emisiones de carbono.
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Audi confía en alcanzar el año 2025 con la totalidad de sus fábricas neutras en emisiones de carbono.


La reducción de energía en materiales como el aluminio, el acero y los componentes de la batería forman parte del programa de CO2 puesto en marcha en la cadena de suministro.


La firma de Ingolstadt apuesta por la colaboración con el Instituto Tecnológico de Karlsruhe para llevar a cabo un proyecto piloto para el reciclaje químico.


Con el fin de contribuir a la consecución de los objetivos derivados de los Acuerdos de París, el primer pacto universal sobre el cambio climático, adoptado en la Conferencia sobre el Clima de París en diciembre de 2015, Audi ha puesto en marcha un gran número de iniciativas en toda la cadena de valor para lograr un balance neutro en emisiones de carbono para el 2050, reduciendo la huella ambiental en procesos de fabricación y logística. Mission:Zero es el nombre del proyecto en el que la marca incluye un plan sobre la estrategia a seguir para 2025 y centrada en su principal reto: una producción de automóviles neutra en carbono. No obstante, en este firme compromiso sostenible también se contemplan acciones centradas en en los procesos de producción que requieren una utilización intensiva de energía, como el aluminio, el acero o los componentes de la batería para reducir las emisiones de dióxido de carbono en la cadena de suministro.


Audi fabrica alrededor de 1,8* millones de vehículos al año en sus distintas fábricas localizadas por todo el mundo. Lograr procesos productivos más sostenibles se convierte en una aspiración realmente ambiciosa. “Un gran porcentaje de las emisiones en el ciclo de vida de un automóvil se generan durante la fase de utilización. Sin embargo, junto con la creciente proporción de vehículos electrificados, estas emisiones se concentran cada vez más en la fabricación”, comenta Peter Kössler, Director de Producción y Logística de AUDI AG. “Aquí es donde, como fabricantes, jugamos un papel decisivo. Al lograr el balance neutro en carbono en nuestros centros de producción y llevar este objetivo también a nuestra cadena de suministro, nos aseguramos de que nuestros automóviles lleguen a los clientes con una huella de carbono menor”. El ambicioso objetivo de Audi se centra en reducir progresivamente un 30% las emisiones de CO2 de sus vehículos para el año 2025 a lo largo de todo el ciclo de vida del producto, tomando como referencia inicial el año 2015.


La producción de vehículos requiere un alto consumo energético y supone un gran desafío en lo que respecta a la descarbonización. En este sentido, Audi ya ha alcanzado dos hitos en favor de una producción “limpia”. En 2018, la factoría de Bruselas, responsable de la fabricación de la gama de modelos Audi e-tron, obtuvo el certificado de producción neutra en cuanto a emisiones de CO2. Entre las acciones que fomentan la producción climáticamente neutra se encuentran las siguientes: conversión a electricidad verde e instalación de un gran sistema fotovoltaico (107.000 metros cuadrados), suministro de calor a través de energías renovables cubiertas por certificados para biogás y compensación de las emisiones que actualmente resultan inevitables mediante proyectos de créditos de carbono certificados. Esta experiencia en Bruselas marca la hoja de ruta para la descarbonización del resto de emplazamientos.


Una de las mayores instalaciones solares de Europa.

La factoría de Győr, Hungría se ha convertido en la segunda instalación de Audi con emisiones neutras de CO2, el más grande de su clase en Europa permite ahorrar 4.900 toneladas métricas de CO2. “Estamos trabajando continuamente en la mejora de la huella medioambiental de nuestros emplazamientos con el objetivo de lograr el balance neutro en emisiones de CO2 en todas las fábricas de Audi para el año 2025”, explica Rüdiger Recknagel, Director de Medio Ambiente del Grupo Audi. “En esta coyuntura, ya hemos implementado acciones en nuestras restantes ubicaciones, Ingolstadt, Neckarsulm y San José Chiapa, en México, que evitan entre el 70 y el 75 por ciento de las emisiones de CO2 que de otra manera se generarían”.


Logística ecológica

Desde 2010, el fabricante premium para el traslado de sus automóviles utiliza el llamado “Tren Verde”, un transporte ferroviario ecológico que realiza el trayecto entre Ingolstadt y el puerto de Emden, en el Mar del Norte para la conexión entre la factoría de Audi en Neckarsulm y Emden. En los casos en los que no es posible realizar envíos por ferrocarril, también se utilizan alternativas respetuosas con el clima como camiones ecológicos que utilizan motores de GNL (Gas Natural Licuado), lo que permite un ahorro de hasta un 20% en emisiones de CO2 y reducciones de emisiones de óxidos de nitrógeno de hasta un 85% en comparación con los camiones propulsados por motores diésel.


Reducción de CO2 junto a proveedores

La transición hacia la movilidad eléctrica aumenta el porcentaje de emisiones de CO2 debido a que el proceso de producción de las baterías es particularmente intensivo en carbono. Por ello, junto a sus proveedores, la marca de los cuatro aros se está ocupando especialmente de las acciones que resultan efectivas en esta etapa de la fabricación poniendo en marcha un programa en la cadena de suministro, para identificar acciones que pudieran llevar a una reducción adicional de las emisiones de carbono. Estas oportunidades se dan, principalmente, en los circuitos cerrados de materiales; en el progresivo aumento del uso de materiales secundarios, reciclados y plásticos; y en el uso de electricidad verde. Se prevé que estas medidas, que ofrecen un potencial medio de reducción de emisiones de 1,2 toneladas métricas por vehículo, será plenamente efectiva en 2025.


Acciones para la reducción de emisiones.

Con la introducción del “Circuito Cerrado para el Aluminio” en las líneas de estampación de las fábricas, Audi redujo la huella de carbono en 150.000 toneladas métricas en 2019. El uso de aluminio secundario ahorra hasta un 95% de energía en comparación con el aluminio primario. Por el momento, la utilización de aluminio secundario se ha integrado en la fabricación de las carrocerías de los Audi A3, A4, A5, A6, A7 y A8, además en partes de los Audi e-tron y e-tron Sportback. A partir de finales de 2020 también se empleará aluminio secundario en la fabricación del Audi e-tron GT.


El segundo ejemplo es un proyecto piloto iniciado por Audi en colaboración con el Instituto Tecnológico de Karlsruhe (KIT), para desarrollar un proceso de reciclaje de material plástico procedente de automoción utilizando procesos químicos. Este método permitirá reciclar mezclas de diferentes tipos de plástico respetando los exigentes requisitos en materia de seguridad, calidad y resistencia al calor.


Por último, otro caso de gestión eficiente de los recursos es IN-Campus. En una empresa conjunta con la ciudad de Ingolstadt, AUDI AG ha puesto en marcha un proyecto de rehabilitación de la antigua refinería Bayernoil cumpliendo todos los requisitos ambientales y eliminando los daños causados por la utilización anterior. La futura construcción deberá cumplir con altos requisitos en materia de sostenibilidad e integrar una zona de compensación para la naturaleza.


En definitiva, Audi presenta uno de los planes estratégicos más ambiciosos del sector en materia de sostenibilidad. Siguiendo el firme compromiso del Grupo Volkswagen, la marca premium avanza hacia el objetivo de alcanzar un futuro neutro en todas sus fábricas para el año 2025. 

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