La competición con vehículos eléctricos supone nuevos retos profesionales para mecánicos, ingenieros y pilotos

“Nunca imaginé que podría cargar un coche de carreras con un enchufe”

La gestión de la energía y la temperatura de las baterías son claves para diseñar la estrategia en estas competiciones
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“Nunca imaginé que podría cargar un coche de carreras con un enchufe”



La competición con vehículos eléctricos supone nuevos retos profesionales para mecánicos, ingenieros y pilotos


El peso y el sonido característico de un coche eléctrico, nuevos parámetros a la hora de ponerse al volante


La gestión de la energía y la temperatura de las baterías son claves para diseñar la estrategia en estas competiciones


Un enchufe, una batería de casi media tonelada y 200 kilos de hielo seco al día en el box de un circuito. Estos son algunos de los elementos que han aparecido con el auge de los coches eléctricos de carreras.


Los nuevos modelos han cambiado por completo la forma de trabajar de los equipos de competición. Xavi Serra, Jordi Martí y Jordi Gené, ingeniero, mecánico y piloto de CUPRA, explican las claves de esta transformación durante un día de pruebas con el e-Racer:


- Aprendiendo a conducir de nuevo: Con 30 años de experiencia, el piloto y embajador de CUPRA Jordi Gené confiesa que ponerse al volante de un coche de carreras eléctrico “implica aprender desde cero”. “El tipo de conducción no tiene nada que ver y ahora tienes que usar otros parámetros para saber a qué velocidades conduces, cómo debes entrar en una curva o el momento adecuado para frenar”, añade. Por ejemplo, el mayor peso de este vehículo y un sonido diferente cambian las referencias que el piloto tiene mientras conduce. Capaz de alcanzar los 100km/hora en 3,2 segundos, Gené asegura que “la sensación de aceleración del e-Racer es mucho más contundente y el subidón de adrenalina es, incluso, mayor”.


- 200kg de hielo seco al día: Durante una de las vueltas, el piloto recibe un aviso a través de un indicador: tiene que volver a boxes para refrigerar la batería. Enfriarla con hielo seco es una de las funciones del mecánico. Por su parte, los ingenieros también han sumado nuevas estrategias: “No sólo se trata de ser el más rápido, sino que ahora tenemos otro elemento: la gestión de la energía. Debemos saber controlar la temperatura y la autonomía”, explica Xavier Serra, responsable del equipo. En este sentido, la colocación de la batería, de 450 kilos, "ha sido uno de los mayores retos que hemos afrontado" a la hora de desarrollar este modelo. El equipo ha tenido que repartir el volumen de esta pieza por la parte inferior del coche para preservar su equilibrio y funcionalidad.


- Un nuevo gesto: “Tras más de 20 años en esta profesión nunca hubiera dicho que podría cargar un coche de carreras con un enchufe”, afirma Jordi Martí, mecánico de CUPRA, mientras prepara el e-Racer para volver a salir de boxes. También las herramientas que utiliza han cambiado. Ahora cuenta con instrumentos especialmente diseñados para resistir el alto voltaje como, por ejemplo, unos guantes de material aislante capaces de soportar hasta 1.000v.


- El futuro del racing: “La llegada del vehículo eléctrico a las carreras abre una nueva era”, concluye Xavi Serra. Formar parte del equipo que ha desarrollado y está testando el primer turismo de carreras 100% eléctrico del mundo “es formar parte de un momento histórico”, declara el mecánico. “Es un reto profesional muy interesante”, añade Gené.


Los test que se han realizado en distintos trazados confirman la competitividad del CUPRA e-Racer, que prevé estrenarse en la categoría ETCR en el 2020. Se trata de un anticipo hacia una competición más limpia y eficiente, donde la tecnología y la conectividad juegan un rol clave.

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