El mercado de diésel retrocede en Canarias un 46% en 2019.

El mercado de diésel retrocede en Canarias un 46% en 2019.

Los anuncios y la incertidumbre generada por el Gobierno y otras instituciones contra estos vehículos detrás de esta caída

El mercado de vehículos diésel ha caído en las islas un 46,26% en la comparativa del periodo acumulado enero-agosto de 2018-2019. Este mercado en la comparativa para el mismo periodo 2017-2018 ya retrocedió un 10,32% en Canarias, por lo que este mercado se contrae prácticamente un 50% en solo dos años.

En cifras absolutas estos datos implican que hasta el mes de agosto de 2017 se vendieron en las islas un total de 6.344 unidades de vehículos de turismo y todo terrenos diésel mientras que en el mismo periodo de 2019 se han matriculado 3.057 vehículos de esta tipología de combustible.

Para FREDICA los anuncios realizados por el Gobierno de España el pasado año, a propósito de la tramitación de la ley sobre transición ecológica y las confusas informaciones sobre la prohibición de la venta de estos vehículos a partir del año 2040 están detrás de este fuerte retroceso. A ello se ha unido los planteamientos de algunas instituciones, como el caso del Gobierno de Baleares, de imponer medidas prohibitivas de circulación en su territorio a partir de año 2025.

Para la Federación de Automóviles estos anuncios van en contra de la normativa europea, algo que ha dejado claro la Comisaria Europea Elżbieta Bieńkowska que ha indicado que efectivamente estas propuestas contradicen la legislación comunitaria y que ha reconocido el Gobierno de España, pero no con la contundencia precisa.

NORMATIVA EUROPEA Y LA CONTRADICCIÓN RESPECTO AL VEHÍCULO DIÉSEL

La normativa europea no plantea restricciones a la comercialización de vehículos de ninguna tecnología, sino lo que plantea son cada vez mayores exigencias respecto a los niveles de emisiones que pueden generar los vehículos automóviles. En este sentido, la normativa comunitaria obliga a los fabricantes a producir vehículos cada vez menos contaminantes fijándose un límite de emisiones de CO2 de 95 gramos de CO2 por Kilómetro a partir de 2020. Los fabricantes que, para el conjunto de los vehículos que producen en un año, superen esta limitación tendrán que pagar multas gravísimas. En concreto, deberán abonar 95 euros por cada gramo de exceso sobre el límite fijado para el conjunto de su flota, por lo que los importes de las multas pueden ser multimillonarias.

La contradicción viene por la circunstancia de que los fabricantes tienen que conseguir una media de emisiones de sus vehículos, entre todo lo que producen, que no supere el límite, al objeto de no ser multados y esto se puede conseguir solo fabricando vehículos menos contaminantes sean de combustión o alternativos.

En ese sentido, se indica que los vehículos diésel generan menos emisiones de CO2, causante de efecto invernadero, que los vehículos de gasolina. Ante la falta de expansión de otros vehículos alternativos, como el vehículo eléctrico por las dificultades de producción, de infraestructura y de mercado conocidas, además de por el efecto de la información negativa que se ha estado vertiendo desde el Gobierno y otras instituciones, los consumidores se están decantando por la compra de los vehículos de gasolina, lo que a su vez está generando un incremento de las emisiones medias de los vehículos comercializados en la Unión Europea.

En definitiva, estas medidas contra el diésel están consiguiendo un efecto totalmente contrario al pretendido, e injusto, pues se trata de un vehículo respecto al que los fabricantes no solo han reducido los niveles de emisión de CO2 sino igualmente han reducido la emisión de partículas, pudiendo ser un vehículo de tecnología importante en un periodo de transición permitiendo, a los fabricantes, medias de emisiones para el conjunto de su producción más favorables.

Desde FREDICA se reitera que no existe prohibición respecto a la venta de estos vehículos ni la habrá, siendo necesario que las autoridades españolas, en concreto el Gobierno de España acabe con la incertidumbre generada en los últimos meses